No faltan razones para que un ciudadano joven vote: la construcción de ciudadanía, la mejora de la representación política, el fortalecimiento de la institucionalidad democrática. Sin embargo, más allá de estas razones “principistas”, existen otras igual de poderosas y más prácticas.
- Oportunidades laborales (planteamiento económico): La voluntad partidaria, social o ideológica que se expresa en el voto involucra el conocimiento de lo que implica económicamente su elección y el efecto que puede tener en el mercado laboral. En casos recientes como “la ley pulpín”, el voto congresal resultó clave en la decisión y creación del régimen laboral específico para trabajadores de 18-24 años.
- Educación: La posición del candidato respecto al acceso a la educación universitaria y sus estándares de calidad es un punto que impacta sobremanera en la vida de la población joven. Acceder a educación técnica o universitaria es primordial para las oportunidades laborales o educativas futuras. Un ejemplo actual de este importante tema es la labor de la SUNEDU y todas las posiciones de los partidos políticos alrededor de esta.
- Representación política: La juventud busca mediante su voto que los representantes puedan darle una voz a sus demandas no sólo en temas presupuestales o gubernamentales, sino también en cuanto a la problemática social que tanto importa a los votantes jóvenes.
Como podemos ver, el voto tiene un impacto en los jóvenes y su futuro constantemente, crea y encamina a una generación política que debe estar comprometida con la problemática social del país y manifestar sus inquietudes a través de los medios democráticos, por ejemplo, el voto informado.